En esta época de verano, queremos compartir algunos cuentos, que hemos recopilado de otros blogs y que nos han regalado amig@s...
Además queremos anunciaros nuevos cursos de Formación de profesor@s de Chi Kung y Tai Chi, Masaje Psique y Soma, Cursos Tai Chi Palo Corto y Tai Chi Abanico, Talleres para escuchar y fortalecer nuestro Ser Interior, Consultas Personalizadas con DVD trabajando los Cinco Elementos y Las Emociones, Cursos de Reiki, Reflexología, Masaje, Naturopatía, Acompañamiento durante el embarazo, parto y maternidad como Doula y con Yoga y Tai Chi, Charlas, Exposiciones...
Tenemos muchas ganas de compartir, dar y recibir, con mucho cariño...
También comentaros que la última semana de agosto en Ador, Gandia se celebra el encuentro anual de la asociación ALE. Es un encuentro abierto a todas las personas que quieran participar, teneis información en la página Encuentro de familias EFAEC 2013 o en el blog de ALE...
Bueno ya os dejamos con los cuentos, un abrazo lleno de cariño y disfrutar mucho el día...Gracias por caminar junto nosotros...Gracias de corazón...961430119 - 669930616
Genghis Khan y el halcón
Cierta mañana, en un remoto lugar de Asia, el guerrero mongol Gengis Khan y su cortejo salieron a cazar. En tanto que sus compañeros portaban flechas y arcos, Gengis Khan portaba su halcón favorito en el brazo, mejor y más preciso que una flecha porque podía ascender a los cielos y ver más allá de lo que el ojo humano alcanza.Pese al entusiasmo de la partida de caza, no consiguieron presa alguna. Decepcionado, y con el fin de no descargar su ira sobre sus compañeros injustamente, el guerrero mongol se retiró y decidió caminar en soledad.No obstante, llegado un momento, sintió sed. De pronto, vio un hilo de agua que emergía de entre unas rocas que yacían ante sus ojos, por lo que, acercándose a las mismas, sacó de entre sus vestimentas un pequeño vaso de plata que siempre llevaba consigo y se dispuso a beber. Mas, cuando estaba a punto de llevárselo a los labios, el halcón alzó el vuelo, le arrancó el vaso de las manos y lo tiró lejos.El guerrero se puso furioso, pero no se enfadó con el halcón, pensando en que quizás tuviera sed al igual que él. Así, agarró nuevamente el vaso, lo limpió y volvió a llenarlo hasta la mitad. No obstante, el halcón volvió a atacarlo y derramó su preciosa carga.Gengis Khan adoraba a su animal, pero no podía permitir semejante falta respeto en circunstancia alguna, ya que alguien podría estar observándole y cabía la posibilidad de que comunicase a sus guerreros que el gran conquistador era incapaz de domar una simple ave.En esa ocasión, desenvainó la espada y comenzó a llenar el vaso otra vez, posando un ojo en el vaso y otro en el halcón. Nuevamente, el halcón alzó el vuelo y se dispuso a arrancarle el vaso de sus manos, pero esta vez, cuando estaba cerca, el mongol consiguió atravesarle el pecho de un golpe certero.De pronto, el agua se secó. Como Gengis Khan tenía mucha sed y estaba dispuesto a beber a cualquier precio, subió a lo alto de la roca en busca de la fuente. Lo que vio, le dejó helado: ante sus ojos, se encontraba una poza de agua donde yacía el cuerpo sin vida de una de las serpientes más venenosas de la región; si hubiese bebido el agua, estaría muerto.Volvió al campamento, con el cuerpo del halcón entre sus brazos. Entonces, mandó hacer una reproducción en oro del ave y grabó en una de sus alas:"Incluso cuando un amigo hace algo que no te gusta, sigue siendo tu amigo" En la otra, mandó escribir:"Cualquier acción motivada por la furia es una acción motivada al fracaso"
LA CANCIÓN DEL ALMA
Cuando
una mujer de cierta tribu de África sabe que está embarazada, se
interna en la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan
hasta que aparece la canción del niño. Saben que cada alma tiene su propia vibración que expresa su particularidad, unicidad y propósito. Las mujeres entonan esta canción y la cantan en voz alta. Luego retornan a la tribu y se la enseñan a los demás. Cuando nace el niño, la comunidad se junta y le cantan su canción. Luego, cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le canta su canción. Cuando se inicia como adulto la gente se junta nuevamente y canta su canción. Cuando llega el momento de su casamiento, la persona escucha su canción. Finalmente cuando el alma va a irse de este mundo, la familia y amigos se acercan a su cama e igual que para su nacimiento, le cantan su canción, para acompañarlo en su transición. En esta tribu de África hay otra ocasión en la cual los pobladores cantan la canción. Si en algún momento de su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, lo llevan al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor, entonces… le cantan su canción. La tribu reconoce que la corrección de las conductas antisociales no es el castigo; es el amor y el recuerdo de la propia identidad. Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de hacer nada que pudiera dañar a otros. Tus amigos reconocen tu canción y la cantan cuando la olvidaste. Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes ni la oscuras imágenes que muestras a los demás. Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo; tu totalidad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable y tu propósito cuando estás confundido."
Tolba
Phanem
Mujer, Poetisa y Escritora Africana
“Obstáculos
en el camino”
Hace
mucho tiempo un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino.
Entonces
se escondió para ver si alguien quitaba la tremenda piedra.
Algunos
de los comerciantes más adinerados del rey y cortesanos vinieron y
simplemente le dieron
una
vuelta. Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los
caminos despejados, pero
ninguno
hizo algo para sacar la piedra grande del camino.
Entonces
un campesino vino, y llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a
la roca el
campesino
puso su carga en el piso y trató de mover la roca a un lado del
camino. Después de
empujar
y fatigarse mucho, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales
notó una cartera en el
suelo.
Justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas
monedas de oro y una nota de
mismo
rey indicando que la cartera era para quien removiera la piedra del
camino. El campesino
aprendió
lo que nunca los otros entendieron.
Autor
desconocido
“Cada
obstáculo presenta una oportunidad para mejorar nuestra condición
como
personas...
“LAS RELACIONES"
En
el transcurso de nuestra vida tenemos muchas
relaciones.
Algunas como las de pareja, las que
tenemos
con personas importantes para nosotros o
con
los amigos, las escogemos, pero otras, como las
de
los padres y los hermanos nos vienen impuestas.
Las
relaciones nos ofrecen las mejores oportunidades
para
aprender las lecciones de la vida, para descubrir
quienes
somos, a que tememos, de dónde procede
nuestro
poder y el significado del amor verdadero.
La
idea de que las relaciones son grandes
oportunidades
para aprender puede parecer extraña al
principio,
porque todos sabemos que las
relaciones
pueden ser experiencias
frustrantes,
difíciles e incluso
rompernos
el corazón.
Pero
también pueden
constituir,
y a menudo es
así,
las mejores
oportunidades
de las que
disponemos
para aprender,
crecer,
amar y ser amados.
Muchas
veces pensamos que
tenemos
pocas relaciones,
básicamente
las que
mantenemos
con nuestra pareja
y
otras personas significativas, pero
la
verdad es que nos relacionamos con
todas
las personas que nos encontramos, ya sean
amigos,
familia, compañeros de trabajo, profesores o
dependientes.
Nos
relacionamos con los médicos a los que vemos
sólo
una vez al año y con los vecinos molestos que
intentamos
evitar.Todas estas relaciones son
diferentes
a su manera, pero comparten muchas
características
porque proceden de nosotros.
Nosotros
somos el común denominador de todas y
cada
una de nuestras relaciones, desde la más íntima
e
intensa a la más distante. Las actitudes que
aportamos
a una relación, ya sean positivas,
negativas,
de esperanza u odio, las aportamos a todas
nuestras
relaciones. Nosotros decidimos si
brindaremos
poco o mucho amor a cada una de
nuestras
relaciones.
Elisabeth
Kübler Ross
LECCIÓN DE VIDA
Genjug
quiso aprender el arte de la espada para calmar el odio que guardaba
en el alma en contra del asesino de su padre. Fue a buscar a Hugen
para que lo enseñara.
- Maestro –dijo Genjug-. Necesito urgentemente saber cómo usar una espada para vengar la muerte de mi padre, este odio no me deja en paz.
Claro
-dijo Hugen sin inmutarse-, pero necesito que me hagas un favor,
debo llegar hasta la cima de aquella colina, podrías ayudarme a
cargar esos costales, y cuando lleguemos, te prometo que te
enseñaré.
Genjug, pensó que era lo justo y sin decir palabra
tomó los costales pesados y ambos emprendieron el viaje. Aunque
tuvo cierta inquietud por saber que contenían, no preguntó nada,
porque imaginaba que lo más probable era que contuvieran algo muy
importante para Hugen. Pero al llegar a la cima no aguantó más la
curiosidad y ansioso preguntó:
- ¿Y los costales maestro, que
contienen?
Hugen sin inmutarse otra vez, tomó los costales, los
abrió y sacó de su interior montones de piedras que arrojó cuesta
abajo diciendo:
|
||
El sonido del silencio
Un
día, mientras permanecía inmóvil como siempre en el mismo
sitio, un maestro vio aparecer en el horizonte una especie de bola
de polvo. Aquella bola se hizo más y más grande y el sheik
pronto reconoció a un hombre que se le acercaba corriendo y
levantaba una enorme polvareda
El
hombre, que era joven, llegó hasta el maestro y se postró ante
él.
- ¿Qué quieres?
El
joven le contestó:
- Maestro, he venido desde lejos a oírte tocar el arpa sin cuerdas. - Como quieras – le dijo el maestro.
El
santo hombre no varió su postura lo más mínimo. No cogió
ningún instrumento, no hizo nada. El maestro y el freviente
discípulo permanecieron inmóviles. Tras tres días, el joven
dejó percibir, quizá por un gesto, una inclinación o un
carraspeo, un incipinte cansancio.
-
¿Qué te pasa? – preguntó el maestro.
El
joven dudó un poco. Comenzó a balbucear algunas palabras. Para
poder ayudarlo, el maestro preguntó:
- ¿No has oído nada? - No – contestó el joven con voz culpable. - Entonces, ¿por qué no me has pedido que tocase más fuerte?
Maestro:
el sonido está dentro de nosotros, en nuestro corazón. Es
cuestión de saber escucharlo.
|
Tahar
el alcantarillero
- Desde que era alcantarillero, Tahar se pasaba todas sus jornadas chapoteando entre los excrementos.Un buen día, al salir de su trabajo, una perfumería despertó su curiosidad y entró en el establecimiento. Asombrado por todas estas fragancias desconocidas, aspiró profundamente para captarlas mejor, pero su cuerpo se puso rígido y perdió el conocimiento en el acto.Trataron de reanimarle sin éxito. Le hicieron respirar sales, le dieron cachetitos en las mejillas, le rociaron con agua, pero todo fue en vano. Tahar seguía inconsciente.Avisado, su padre se fue a toda prisa hacia la perfumería, provisto de una cajita de excrementos. Una vez allí, se acercó a Tahar y abrió la caja ante su nariz. Algunas segundos más tarde, éste se despertó, asombrado de encontrarse en una situación semejante.Maestro: el proceso del crecimiento interior y del florecimiento de nuestro ser esencial necesita tiempo y insistencia. Por mucho que nos gustaría no pasaremos – como en este cuento – directamente de la alcantarilla a la perfumería de nuestro ser.Cuento del maestro Sufi Rumi, fuente
Feliz día y ha disfrutar...
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